La crisis climática podría estar cambiando las reglas del juego, afectando cultivos y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria global. Es ahí, donde Avalo, una startup innovadora, está apostando por la inteligencia artificial para cambiar las reglas del juego y la forma en que se desarrollan cultivos resistentes y adaptados a estas nuevas condiciones. ¡Vamos a verlo!
¿Qué es Avalo?
Avalo es una compañía de desarrollo agrícola con sede en Carolina del Norte que utiliza modelos de aprendizaje automático para acelerar la creación de variedades de cultivos más resistentes.
Su objetivo es claro: ayudar a los agricultores a adaptarse al cambio climático mediante soluciones más rápidas y efectivas que las técnicas tradicionales de mejora genética.
¿Quién está detrás de Avalo?
El equipo de Avalo está liderado por expertos en tecnología y biología. Mariano Alvarez, director de tecnología, y Brendan Collins, CEO. Juntos, han desarrollado un sistema que busca reducir el tiempo necesario para producir variedades de cultivos mejoradas.
¿Cómo funciona Avalo?
La técnica tradicional de mejora genética implica identificar plantas con características deseadas —como resistencia a la sequía o plagas—, cruzarlas y evaluar los resultados tras varias temporadas de cultivo. Este proceso puede llevar muchos años. Sin embargo, Avalo cambia las reglas del juego mediante el uso de algoritmos de IA que predicen el rendimiento de las semillas sin necesidad de cultivarlas.
Pasos del proceso en Avalo:
- Identificación genética: utilizan algoritmos para analizar las bases genéticas de características complejas en cientos de variedades de cultivos.
- Cruzamiento dirigido: la IA indica a los científicos qué flores deben cruzar para maximizar las posibilidades de obtener las características deseadas.
- Predicción y validación: la IA acelera el proceso en un 70%, según Avalo, eliminando la necesidad de esperar al ciclo completo de vida de las plantas.
¿Cómo podría ayudar a proteger los cultivos de la crisis climática?
La crisis climática está generando fenómenos meteorológicos más impredecibles, lo que dificulta la planificación agrícola. Avalo responde a este desafío desarrollando variedades de cultivos más duraderas en menos tiempo. Algunos ejemplos podrían ser:
- Dientes de león para caucho: cultivos que podrían sustituir métodos industriales más contaminantes.
- Tomates resistentes al calor: adaptados a climas cálidos y extremos.
- Algodón resistente a la sequía: diseñado para regiones con escasez de agua.
¿Cómo podría influir la IA en la agricultura?
La inteligencia artificial podría transformar la agricultura de forma positiva, permitiendo no solo crear cultivos más efectivos, sino también sistemas predictivos que podrían anticipar cambios climáticos bruscos. Y esto ya lo hemos visto mediante científicos que están trabajando en la predicción de sequías mediante IA o FireSat de Google Research, La IA satelital para la detección de incendios.
Y es que, Avalo utiliza algoritmos para prever qué variedades de cultivos serán más adecuadas para futuras condiciones meteorológicas. Esto no solo mejora la eficiencia del desarrollo agrícola, sino que también permite una planificación más estratégica antes de cada temporada.
Gracias a estas tecnologías, los agricultores podrán, anticiparse a sequías o fenómenos extremos, pptimizar el uso de recursos, como agua y fertilizantes y minimizar riesgos económicos al cultivar variedades más seguras frente a condiciones adversas.
Con estas herramientas, el sector agrícola se adaptaría mejor al cambio climático, encontrando una producción estable y sostenible en un entorno cada vez más incierto.
Fuente de la noticia: Jack Bantock y Gisella Deputato, CNN